Entrevista
en El Plantío, 22 de mayo 2013, grabación mp3.
© Felipe Gálvez y Fernando Figueroa
__________________________________________________________________
FG: ¿Cómo
empezaste?
A:
Yo cuando empecé no había nada, a nivel de
graffiti había cuatro cosas. No
había la filosofía de [ser] graffiteros. La gente
que bailaba, que bailaba
break, como los antiguos, los Kappa y tal, los Madrid Rock [Rock
Force], se
juntaban en Nuevos Ministerios. Ellos eran gente más
antigua, son más mayores
que nosotros todavía. Yo ahora tengo 42 años y
esta gente ahora estarán cerca
de los 50. Ya han pasado años. Entonces ahí era
que al principio todo era una
moda, la gente decía que el break era un moda. Yo
tendría quince años, yo
bailaba break en
Carabanchel, en todos
los barrios había un grupo o dos que bailaban y los fines de
semana íbamos a
Nuevos Ministerios a bailar.
FG: Tú eres entonces del
71.
A:
Sí, nací en el 71. Y a raíz de bailar
break porque te gusta y estar todos los
días pues empiezas con la movida, empiezas a escuchar hip
hop. Porque había
cuatro garitos en donde se escuchaba hip hop, de hecho nos
veían raros, en aquella
época sonaba Marta tiene un marcapasos
[Hombres G, 1986] y su puta
madre. [risas] .
FG: Para ir por orden en la
entrevista me gustaría empezar que nos dijeras de
dónde eras y cuándo
empezaste.
A:
Carabanchel. Realmente uno empezaba a bailar break en su barrio.
FG: ¿Y cuándo
empezaste en
el tema del graffiti?
A:
En el graffiti ya fue en Nuevos Ministerios. Aquí cada uno
llegó por un lado,
Kool llegó porque iba a ver a sus amigos bailar, a
él no se le daba bien,
empezó a pintar y encontró que pintar se le daba
de puta madre. Y los que
estábamos bailando, pues seguíamos bailando.
FG:
¿Tú eras breaker?
A: Sí.
FG: ¿Cuándo
empezaste con el
break?
A:
Posiblemente en el 86, con quince o dieciséis
años.
FG: ¿Y a raíz
de qué
empiezas a bailar break dance? ¿Por gente que ya bailaba,
por gente que te
lleva a Azca...? ¿Cómo tú conoces el
break dance?
A:
Si te digo la verdad fue por un primo mío que era de
Leganés y ya bailaba
break. Fíjate. Al año o por ahí fue
cuando empezó a salir lo de Tocata. Allí ya
había grupos buenos de break de Carabanchel que salieron en
Tocata, ya había
grupos de break en todos los barrios. Te hacían una
preselección, ibas y... hay
por ahí cosas grabadas que yo he visto, de los Kappa.... Y
los Stukas [¿], eran
un grupo de Carabanchel que bailaba muy bien. Yo empecé a
verlos a ellos, eran
de Carabanchel Alto e iba a verles bailar y poco a poco empiezas a
hacer tus
pinitos, se empieza a animar gente del barrio, pillamos un sintasol y a
bailar.
Esto fue posiblemente por el 85, 86.
FG: ¿Dónde
bailábais? ¿Ya
bailábais en Nuevos Ministerios?
A:
No. En los barrios, en la calle, con el sintasol, el radiocassette y a
tirarte
al suelo. Y pasaba la gente y se quedaba flipada. Yo antes de ir a
Nuevos
Ministerios llevaba dos años bailando. Lo que pasa es que
era pequeño y que me
fuera de mi barrio mis padres no me dejaban. Porque yo era muy cani.
Recuerdo
que me decían -¿dónde vas hoy domingo?
– Voy a Nuevos Ministerios.
.-¿Qué se
te
ha perdido a ti ahí? – No, a bailar break. -
¿Esa cosa rara que hacéis? –
Sí,
eso.
FG: ¿Quién te
dice a ti que
allí se bailaba break? ¿Quién te
aconseja ir allí?
A:
La gente del barrio, los Stukas. Ellos iban los domingos
allí. Yo
empecé a bailar,
se me daba bien, de mí decían que
tenía de las mejores voladas de Madrid, por
no decir el mejor. Yo era muy rápido. Se me daba bien y me
gustaba. A lo que
íbamos, ¿qué significó el
break para nosotros? Una alternativa de la vida que
había en tu barrio. Porque en aquella época
España estaba parecida a como está
ahora, se había muerto Franco hacía pocos
años y estaban surgiendo los partidos
políticos... pero no había dinero. En
mi barrio, Carabanchel, la gente sólo podía ser
delincuente o tener una
alternativa. Varios de mis amigos murieron por las drogas. Entonces,
estabas en
Carabanchel, y tú cuando vives en un barrio pijo te vuelves
pijo; cuando estás
en un barrio macarra, pues te vuelves un macarra, las cosas como son.
Entonces
el break en aquella época supuso para nosotros una
alternativa a un modo de
vida diferente a lo que nos podía esperar si no estuviera el
break.
FF: Daba también cierto
color a la vida, ¿no?
A: Sí. O un
significado quizá, o una
motivación.
FF: Es también el
objetivo
de gente inquieta, que tenéis que hacer cosas. El break os
llenaba ese hueco.
A:
Sí, efectivamente. Yo me acuerdo que la gente estaba en el
rollo heavy, también
había mods, que recuerdo que se iba a una discoteca que
había en la plaza de
los cubos.... El break era una alternativa que gustaba, y si yo era de
Carabanchel no iba a ser pijo. Yo hacía algo que me gustaba
y con lo que me
sentía bien, a mí eso de tirarme al suelo, hacer
voladas o unas figuras, o un
mortal... Y la gente flipaba. Yo con 18 años me iba a los
garitos y la gente
flipaba al verme bailar. Me estoy acordando que yo, cuando
tenía 18
años, año 89, empecé a
trabajar en la seguridad de una discoteca en Princesa que se llamaba
BuBú. Me
acuerdo que yo paraba mucho en el Sapo Azul, y allí paraban
también gente de la
movida.
FG: El Sapo Azul de
Alcorcón.
A:
No, el de Moncloa.
FG: ¿Hay dos?
A:
Sí. El inicial es el de Moncloa. Allí estaba el
que pintaba
Breaker, yo allí le conocí.
Además en Nuevos
Ministerios empecé a conocer a gente dela movida
que
luego nos juntábamos allí. Pues eso, con 18
años empecé a currar en
seguridad, porque estaba fuerte, también hice algo de full
contact y tal, pues
recuerdo que antes de abrir el garito bailábamos break en
BuBú. Era una
discoteca de menores, con horario de cinco de la tarde a nueve de la
noche. Yo
allí bailaba break.
FF: ¿Hay alguna
conexión
entre el Sapo Azul de Moncloa y el de Alcorcón?
A:
El dueño es el mismo, y de hecho la fachada del Sapo Azul de
Alcorcón la hice
con AGS. Como yo conocía al dueño se lo
propusimos, le gustó y se convirtió en
un garito de la movida, los fines de semana se ponía aquello
petado. Y lo
pintamos AGS y yo.
FG: Para ir por orden,
comentaste que tus inicios fueron en el breakdance, en Azca y Nuevos
Ministerios.
A:
Sí, la catedral era Azca, allí íbamos
los domingos. Había gente que los sábados
por la noche se iba al Stones pero yo era un chavalín, lo
que hacía era
levantarme a las 9 de la mañana los domingos, me colaba en
el metro y me iba a
Nuevos Ministerios.
FG: ¿Recuerdas en Azca
pintadas, en esa época de break dance, año 86?
A:
Sí. En la parte de arriba.
FG: ¿Qué
nombres recuerdas?
A:
No recuerdo, pero sí había. Piezas sencillas con
colores, creo
que sería de la
gente más antigua, más mayor que nosotros, cosas
que verían de Estados Unidos y
hacían algo. Pero no eran de gente que se dedicaran a
bombardear ni a pintar.
FF: Vosotros como breakers
¿era importante el tener un mote, un nombre? Me refiero para
luego sacar de ahí
una idea de firma
A:
No. Yo creo que lo de tener mote el propio break lo inducía.
Yo te
puedo decir que de lo
que eran mis inicios en el barrio había gente con mote de
toda la vida. A
raíz del break dance había gente que no
tenía mote y había que firmar porque al final
todo eso te inducía a llevar
rotuladores, el edding y tal… y al final la gente se
ponía motes. Había las dos
cosas, gente que ya tenía mote, como era mi caso, ya que mi
nombre no es de la
movida sino que era por lo nervioso e inquieto que era, de Ardilla,
puro
nervio. Lo mío de Ardi viene de ahí. Y
había gente que no.
FF: Teniendo mote
¿poníais
el nombre en las chaquetas o algo? Aunque no fuese por getting up, por
el
dejarse ver.
A:
No. Te puedo decir que ahí yo era muy pequeño y
eso podía ser un motivo
suficiente para que tu madre te cruzara la cara de un
bofetón.
FG: ¿Recuerdas ver
Muelles
en Carabanchel?
A:
Sí.
FG: ¿Quiénes
eran los que ya
pintaban antes que tú en Carabanchel?
A:
Muelle. ¿Tadeo? No sé. Y había otro.
Pero vamos, Muelle
era anterior. Luego, a raíz de Nuevos Ministerios y tal el
bombardeo en Madrid
fue brutal, creo que por SAC y por mí, de hecho creo que
éramos los reyes de
Madrid en bombardeo, junto con Muelle. Muelle estaba en todas partes,
no
sólo en
Madrid, te ibas al pantano de San Juan y de camino te lo encontrabas
por ahí. Y
es curioso porque se decía de él que no
tenía estilo. Pero yo creo que sí
tenía su propio
estilo, coloreaba, hacía 3d... Hacía cosas
que… nosotros nos creíamos muy bboys
todos, pero este hombre creo que estaba antes que nosotros, o al menos,
antes
que yo. Antes que yo y que todo el mundo. Lo que no
sé realmente
es su historia, él era de Campamento y murió.
Él ya pintaba cosas antes de que
yo empezara en la movida. Y creo que yo soy de los primeros.
FG: ¿Cuándo
empezaste a
pintar, a coger un rotulador y poner tu nombre? Por lo que cuentas,
empiezas primero
como breiker y luego ya diste el salto a pintar.
A:
En el barrio, pero sin estilo y sin nada, era más que nada
por la movida del
break dance. Y luego empezar a darle forma, a hacer una firma y que
todo el
mundote conociera, a hacer bombardeo, eso fue en Nuevos Ministerios.
FG: ¿En qué
año?
A:
No lo sé, pero te puedo decir que la letra
“I” de mi firma
la cogí del Kalala, de IMP-2.
Él era
gallego, estuvo en Londres, estuvo una temporada en Madrid y
decías joder qué
estilo tiene este tío. Y es más, pintó
una serie de graffiti… Claro, mi
historia es soy breaker, hay que empezar a firmar y aquí
nosotros no teníamos
ni puta idea. Ni puta idea. Y este tío, que era gallego,
vino de Londres con un
estilo brutal….
FG: ¿Quién
dio con Kalala?
¿Cómo le conociste?
A:
Fue en Nuevos Ministerios, no sé exactamente si vino de la
mano de alguien o
con quién, pero fue allí. Él pintaba
Kalala IMP-2, y su I era un círculo grande
y un palito, yo de ahí lo cogí. A mi firma la
gente la llamaba “el 8210”,
y casi lo prefería porque yo era muy buscado en el metro,
tenía fritos a los del
metro. Prefería que tampoco se supiera mucho. Mi firma era
una A, que luego le
bajé el palito central abajo y lo hice recto, si te fijas
realmente es una A
con un palito. La firma la personalizas un poco y al final no era el
estilo de
nadie, era mi firma. Y la firma de ARDI la conocía todo el
mundo. A mí nunca me
cogieron en el metro, nunca, y mira que estuvimos en cocheras un huevo
de
veces, ir a bombardear el metro todo el puto día…
FG: Sí, los pasillos, yo
recuerdo pasillos de la línea 9 con ARDI hasta arriba. Hasta
en los pasamanos
de las escaleras mecánicas, con poska azul. No se me olvida.
A:
Sí. Todo, todo, no dejábamos nada. Conozco a
gente que la pillaron en el metro
y le preguntaban quién era yo.
FG: ¿Los de seguridad
preguntaban por ti cuando cogían a otro?
A:
Sí. Porque el mayor bombardero era yo junto con SAC. Yo me
aburría y me iba al
metro.
FG: Cuando empezaste a
pintar, ¿recuerdas qué música sonaba?
Lo digo para poder ubicar el año.
A: Beastie Boys.
FG: Y ¿qué
canción? ¿La de No
sleep till brooklin? [1987]
A:
Sí. Y ahí ya llevaba tiempo. Y luego con el
tiempo te das cuenta que los
Beastie Boys no eran raperos, eso era un single de hardcore.
FF: Hubo un poco de mezcla
A:
Sí, porque al final el hip hop que había en
Europa estaba empezando a llegar.
Tú sabías que esto venía de Estados
Unidos pero a España todo llegaba con
retraso. En un principio todo el mundo te decía que era una
moda. Y yo me
cabreaba porque para mí era algo que me gustaba. No lo
hacía
porque fuera una moda, lo
hacía porque me gustaba y punto. Yo bailo porque me gusta,
yo escucho
Public
Enemy, Run DMC, LL Cool J… esa era la música que
escuchaba. Y es que no llegaba
poco más, luego ya ibas a Stones y ahí flipabas
con la música que allí había.
Pero claro, eso era música de importación y esos
discos costaban una pasta.
FG: ¿Recuerdas en Azca
si
había fanzines, o algún tipo de material
fotográfico que circulara?
A:
No. En lo que he vivido, no.
FG: La gente iba a bailar,
se picaban y ya está, vamos.
A:
Claro. Todo el mundo iba con su radiocasette, recuerdo que
había como columnas
y que el propio diseño de las baldosas como que te
delimitaba un poco donde se
ponía cada uno. Tú te ponías
ahí a bailar y te lo pasabas bien, llegaba la hora
de la comida y te pirabas. Además me acuerdo de un detalle,
que era que la
gente se iba, pero de golpe, porque era la hora de la comida, a la una
y media
o dos de la tarde y de repente veías una avalancha de gente
todos yendo para el
metro.
FF: Cuando pillaban a los
chavales pintando, ¿qué les podía
pasar? ¿Qué sanciones había?
A:
No les pasaba nada. Cuando te pillaban el miedo era tus padres porque
éramos
menores. No había legislación contra el graffiti,
estábamos empezando y como
todo cuando empieza, no hay nada. ¿Qué te iban a
hacer? Yo me acuerdo que ya
como QSC salíamos muchas tardes a robar sprays,
íbamos
por zonas y entrábamos seis o
siete tíos y arrasábamos, nos los
llevábamos todos.
Uno entretenía al dependiente y el resto bum
bum bum. Había tardes que robábamos doscientos
botes.
FF: Aparte de porque no
había dinero para los botes ¿También
se hacía como una prueba de valor entre
vosotros?
A:
No. Éramos adolescentes, la gran mayoría de
nosotros estábamos estudiando, sin
poder adquisitivo y a ver cómo le dices a tu madre
déjame mil pelas para un
spray novelty. Y te buscabas la vida. Era como lo de no pagar en el
metro. No
pagabas porque no te sobraba el dinero, ¿que luego lo coges
como un hábito y no
pagas aunque tengas el dinero? Pues también.
FG: ¿Por qué
tu obsesión con
pintar el metro? Para mí y para mucha gente tú
fuiste el que más arrasó metro.
¿Era tu objetivo ser el número uno en el metro?
A:
No. Pero me gustaba. Para mí el estar en todos los vagones y
en todas las
estaciones era como un reto, tan sencillo como eso. Yo estaba dentro de
una
movida en la que creía al cien por cien, que me gustaba y
con la que me sentía
bien. Y entonces salía del colegio y me iba a pintar. Como
siempre tenía
rotuladores y sprays, pues ibas a arrasar, ibas cambiando zonas, te
ibas
cambiando de líneas para que no te encontraran...
FG: ¿Cuál era tu táctica?
Hemos oído a gente que iban con un plano y tachaban las
estaciones que tenían
ya firmadas, completando recorridos. ¿Tú
cómo lo hacías?
A:
Lo hacía por líneas. Te montabas en una
línea y te ibas. Luego yo iba siempre
con SAC. Veíamos líneas en donde a ciertas horas
no había nadie. La línea 9 la
pintamos mucho porque la novia de Sac era de Hortaleza. Iba hasta
Avenida de
América, estaba partida. E íbamos por
allí y aprovechábamos y lo pintábamos
todo. Y como no tenías nada que hacer te pintabas la
línea enterita.
FF:
¿Se vive como una aventura, como un juego?
¿Cómo lo podrías describir?
A:
Como una aventura. Al final era una aventura diaria, era salir a
bombardear y
que no te pillaran.
FF:
Y en esa aventura, ¿jugaba también el factor de
misterio, lo clandestino, el
que nadie supiera quien eras tú, tener una doble identidad?
A:
No sabría qué decirte. Pero sí que con
tanto bombardear lo que querías era que
te conociera la gente por tu firma. Pero luego no quieres que sepan
quién eres,
te gusta que sepan quién es el que firma ARDI pero esa
persona mejor no saber
quién es.
FF:
Y entre los escritores, ¿funciona eso igual? ¿O
sí podías darte a conocer
entre los escritores para que supieran quién eras
tú?
A:
No… evidentemente todo el mundo sabía
quién era quién. Alguna persona normal
no, yo me acuerdo de situaciones de hablar con gente normal que
decían “mira,
una firma del 8210, qué cabrón”, y yo
lo oía y por dentro eso te llenaba de
orgullo. Sí que había que mantener el anonimato,
pero dentro de la movida te conocía
todo el mundo.
FG: Yo es que recuerdo
cuando vi tus primeras firmas en el metro, yo pensaba que
ponía ARSQ. Para mí
tú eras el ARSQ. Y así estuve durante meses,
quizá un año, hasta que alguien me
dijo que no, que ahí ponía ARDI. A mí
y a más gente le ha pasado eso, lo de
confundir tu nombre.
A:
Sí. Y cuando ya estás en la movida ya sabes lo
que pone, y cuando te lo
explican ya sabes lo que es. ¿Qué pasa?
Que una persona normal ve un 8, ve
un 2, un uno y un cero. O lo que tú quieras, pero soy yo.
FF: ¿Te pasó
el caso como la
M de Muelle o la R de Rompe, que alguna de tus letras gente la
asimilaba?
A:
Sí. Y a lo largo de los años.
FF: Eso es también una
parte
por el éxito
A:
Sí. Evidentemente te gusta haber dejado algo ahí,
porque hay gente que le ha
gustado lo que has hecho y te ha copiado. Yo no lo hacía
para que me copiaran,
pero una vez que te
copian te enorgullece de que has hecho algo que la gente ha copiado,
independientemente de que con los años lo veas mejor o peor.
Pero ha calado. Yo
a veces hablo con gente de la movida que no me conoce, y luego hay
gente que le
digo que yo era el ARDI y flipan en colores. Hay de todo.
¿Yo lo hacía por la
fama? Creo que no, pintaba porque me gustaba, me gustaba bombardear,
salía del
colegio y estaba todo el día para arriba y para abajo.
Llegaba el fin de semana
y salía de mi casa y estaba con SAC todo el día
pintando.
FG: Cuando dices lo de salir
del colegio, ¿te refieres salir por la tarde, a las cinco y
media, hasta las
nueve? ¿Estabas todo el día, o ese era tu horario
para pintar, digamos?
A:
Pues casi, casi. Salía y fuera.
FF: ¿Te encontrabas con
otros escritores?
A:
Sí. Alguna vez, sí. Me acuerdo de estar en
estaciones y claro, en aquella época
que era los inicios del bombardeo, pues tú llegabas a un
andén y disimulabas,
te hacías el tonto, mirabas a la gente y decías
“éste pinta”. Y te acercabas a alguien y
le
decías -y tú quién eres- Pues yo soy
tal- Yo soy el Ardi – ¡Ah, hazme una
firma! Porque la gente me conocía, veía firmas
mías.
FG: ¿Por las pintas os
reconocíais?
FF: ¿O era por la
actitud?
A:
Claro. Por las pintas y la actitud. Vamos a ver, a mí nunca
me pillaron y tú
estabas en el andén y estabas mirando a la gente. Si
veías gente sospechosa en
ese tren no te montabas, porque ya empezaban a meter secretas en los
vagones
para pillar a los bombarderos. Y claro, lo de las pintas... Pues en esa
época
era muy típico llevar melenas, luego la gente se
empezó a rapar pero yo seguía
con melenas. Que si las camisetas pintadas, los cordones, la mochila
colgada
dentro con el spray para darte la vuelta y pintar súper
rápido... Entonces si
tú veías a alguien similar decías
éste pinta. Y al final te acercabas y le
decías ¿tú quién eres?
FF: Cuando has dicho lo de
los secretas, ¿cuándo sería, por la
época del Rap in Madrid?
A:
Antes.
FF: Cuando el boom de los
carteles de metro
A:
Sí. Yo carteles he bombardeado todos los del mundo. Yo casi
todo lo he hecho
con SAC. De alguien decirnos “han puesto carteles nuevos en
tal estación”. Y
nos íbamos para allá, te llevabas los sprays y
los bombardeabas.
FG: En los expoluz
A:
Y no sólo en esos, cuando ponían carteles de
publicidad que estaban sin firmar
tenías que ir y desvirgarlos. Porque hubo una
época que se puso pintar de moda,
hubo gente a la que le gustaba, y todo el mundo firmaba, todo el mundo
hacía
algo. Y claro, no era lo mismo pillar un cartel virgen que uno pintado,
claro.
FG: ¿Quiénes
fueron los
primeros en pintar carteles? Tu fuiste de los primeros
A:
Sac y yo. Y Muelle. Muelle ya estaba en el metro mucho.
FF: ¿Tú crees
que Muelle iba
abriendo también puertas, a la hora de hacer grosores, a la
gente que venía
detrás?
A:
No abrió puertas, pero quizá sí fue un
ejemplo. Un ejemplo de que era bonito y
al final casi todo el mundo tenía una firmita.
Además había gente que intentaba
imitar cosas como las que hacía el Muelle. Había
uno que hacía
como un [dibuja en el aire
unas rayas verticales].
FF: Sí, el Fer.
A:
Sí, el Fer. Y el Tifón, que le conocimos. Pues en
toda esa gente al final hay
cierta imitación hacia Muelle.
FG: Pero esa gente,¿
fueron,
respecto a vosotros, posteriores?
A:
Primero empezamos a pintar nosotros y al poco tiempo empezaron ellos.
Ellos no
estaban.
FG: Digamos que según
comentas hubo un inicio de graffiti en el metro en
cartelería, en el que
estabais vosotros y Muelle. Y luego surgió, al
año o quizá en unos meses los
flecheros entre comillas.
A:
Correcto.
FG: Es que ellos dicen que
no.
A:
Yo creo que es fácil confundir las fechas, porque estamos
hablando de algo de
hace veintitantos años. Y luego además alguno
quiere ponerse la medallita de
que yo empecé antes... A mí eso me da igual, para
mí fue una etapa de mi vida
muy grata que nunca olvidaré. Además yo por
suerte o por desgracia fui padre
joven, mi primer hijo lo tuve con 24 años y cuando el
niño tenía dos o tres
años yo me iba a bailar break con mi hijo. La gente
organizaba cosas en
Vallecas o por ahí, yo entonces ya era de los mayorcitos y
me tiraba al suelo y
me ponía a bailar. Toda la gente old skool me
conocía, pero la gente nueva no.
Yo con 24 años ya tenía mi hijo, pagaba mi casa,
tenía mujer... ya tenía otra
vida. Porque en mis inicios mi vida era la movida, era el estar
bailando, el
estar pintando, estar en QSC, quedar... siempre había algo
que hacer. Esa era
mi movida. Luego empiezas a tener responsabilidades, empiezas a
trabajar, te
metes en pagar un coche, tienes un hijo, familia... y empiezas a
dejarlo de
lado, lógicamente. Porque no puedes tener cuarenta
años, seguir tirándote en el
suelo y no tener ningún ingreso. Eso en este país
no se lleva, bueno, en ningún
país. Yo en ese aspecto admiro al Guiller, él es
un tío cojonudo, él es de los
primeros primeros que empezó a bailar.
FG: Pero sí
pintó, ¿eh?
Ponía lo de GO con el punto de mira en la O
A:
Pero eso fue temporal para él. Al Guiller lo que siempre le
ha gustado ha sido
bailar, y de hecho sigue bailando. Y tiene 45 años o por
ahí. Él vivía en
Cuatro Caminos, al lado de Ríos Rosas.
FG: Nos contaba el Gallar
que en esa época primera, de los primeros tags de breakers
en Azca, comentó que
os conoció a vosotros, a Sac y a Ardi por poner mensajes en
el metro. Cuéntame
un poco cómo fue eso.
A:
No tengo gran recuerdo sobre eso, pero sí, en aquellos
años toda la movida se
centralizaba en Madrid, en Nuevos Ministerios... en la discoteca Nubes,
allí se
bailaba y se escuchaba música y al final
Alcorcón, Móstoles. No era tan cercano
como puede ser hoy, que te pones allí en diez minutos. Eso
estaba a tomar por
culo, te tenías que coger la renfe. Y te das cuenta que de
alguna manera paralela
se había desarrollado una movida prácticamente
igual en Alcorcón, Móstoles e
incluso en Valdemoro igual que en Madrid. ¿Y qué
pasó? Que los que empezamos a
bombardear bien Madrid fuimos Sac y yo, y creo que paralelamente o poco
después
empezó a pasar lo mismo en Alcorcón y en
Móstoles. Y allí ya se pintaba
muchísimo graffiti porque ellos tenían
información y además había de
allí
grupos que también iban a Nuevos Ministerios. Luego
había ciertas discotecas en
Móstoles que organizaban fiestas de hip hop, y la gente de
Madrid íbamos para
allá. Al final intercambias fotos, ves graffitis, coges
ideas, conoces gente. Y
la idea de conocer a AGS fue a través de mensajes.
FF: Para las firmas o para
piezas y eso ¿influía el diseño de las
carátulas de discos?
A:
Todo.
FF: ¿El cómic
también? ¿De
todo se bebía un poco?
A:
Todo. El libro Spraycan art y las carátulas de los
discos. Tú date
cuenta sobre qué mirábamos el estilo. Yo me
acuerdo que venían cosas de París
que flipabas, había graffitis con imitaciones a
tuberías y no sé qué, y
nosotros aquí estábamos a años luz con
el resto del mundo. Porque claro, nadie
vino a enseñarnos y entonces íbamos mirando, todo
lo que se publicara, se
encontrara o se trajera de Estados Unidos lo veías, mirabas
una letra para ver
cómo se hace, o el colorido, o los
rellenos. Y decías vamos a hacerlo así. Yo creo
que alguien con un estilo muy
suyo era Enri, KOOL, con sus muñecos. Se le daba muy bien.
FG: ¿Por qué
en tu caso lo
de pertenecer a un grupo? Hemos visto que hay gente que
rehúsa de pertenecer a
un grupo. Tú fuiste y eres de QSC.
A:
Yo soy de los que creó QSC, aunque luego con los
años se me ha olvidado, porque
yo seguí mi vida... Evidentemente eras un niño
pero la gente sigue en la
movida, y además porque hubo una especie de dejar de lado a
ciertas personas, pero bueno, eso es pasado. ¿Por
qué un
grupo? Yo empecé en Carabanchel
bailando break y ahí ya eras un grupo, íbamos
como un grupo,
comprábamos todos el
mismo chándal, todos íbamos con cordones,
íbamos todos iguales. Cuando fuimos a
Nuevos Ministerios alguien dijo ¿montamos un grupo? Porque
estábamos todos allí,
y al final los grupos iniciales que bailaban break se iban deshaciendo
y al
final más que bailar en el barrio te juntabas con gente de
Nuevos Ministerios y
estábamos todos los días juntos, y por eso se
decidió montar un grupo. Iván,
Chema, Enri, Sac, yo, Seone y poco más. Porque en aquella
época AGS no era del
grupo, de QSC. En el grupo inicial no estaba AGS, ni Mata, Mata fue
posterior.
FF: Y esos fichajes fue por
la gente que iba de Móstoles y Alcorcón a Nuevos
Ministerios.
A:
Sí, pero eso fue varios años después.
Snow no, porque al final él iba con Enri
al ser los dos del mismo barrio y bueno, pues venga, eres del grupo, y
se
apuntaba a robar botes, o a pintar. Y luego con los
años
hay gente que siguió en QSC, otros
seguimos con nuestra vida y muchas veces no se nos identifica. Tengo
una
camiseta en casa del veinte aniversario de QSC, no sé si la
has visto, es una
camiseta negra.
FG: En el tema del metro,
¿había líneas más
preferidas que otras, o más cotizadas?
A: No, eso eran
tonterías. La que molaba era la
línea seis que daba la vuelta a todo Madrid pero
aún no era circular, terminaba
en Laguna. Iba a Cuatro Caminos y luego se amplió a Ciudad
Universitaria. Esa
línea la cogía muchísima gente, eran
estaciones grandes, no eran las típicas
estaciones antiguas y molaba porque tu firma la veía mucha
gente. Yo bombardeaba
mucho también la línea cinco porque era la de mi
barrio, yo me iba andando a la
estación de Aluche o la de Carabanchel, me colaba y ya me
movía para arriba y
para abajo. No
había preferencias.
FG: ¿Quiénes
eran tu
competencia cuando llegabas a un cartel de metro?
A:
No había competencia
FG: ¿Puedes mencionar
otras
firmas, otros nombres?
FF: Alguno que destacase
A:
Yo nunca pensaba que eran competencia. A mí me gustaba,
había más gente que
firmaba y eso me gustaba.
FF: Había gente que
cogía
mucho espacio para firmar, ¿no? Rafita por ejemplo
A:
Sí, pero me daba igual.
FG: En esa época
tenía
mérito inaugurar un cartel, como antes dijiste
A:
Sí, o pillar una estación virgen.
FF: En coger un mote o un
nombre, ¿en eso influía también a
veces el
cómic o la televisión?
A:
Es que en aquella época cómic no
había. Luego sí empezaron a llegar cosas.
FF: En esa época estaban
los
cómics de Marvel
A:
Pero no llegaban apenas. Yo te hablo de los años ochenta.
Nos llegaba muy
poca información de fuera, sólo por las
películas, estábamos flipados con Breakdance
y con Beat Street. No llegaba nada
apenas, luego con los años sí.
FF: ¿Tú
recuerdas la emisión
en televisión de Style Wars?
A:
No.
FF: ¿Recuerdas
cómo lo
viste?
A:
No, han pasado muchos años. Voy viendo cosas ahora y
empiezas a
refrescar algo. Cogías
y empezabas a copiar cositas.
FF: ¿Tú
recuerdas plantillas
por Madrid en esa época, en los ochenta, o cosas que no
fueran las habituales?
A:
Recuerdo una plantilla que ponía “Don’t
worry be happy”, esa le contrataron a
Mata y bombardeó todo Madrid con la plantilla. Era una
campaña publicitaria, y
era una plantilla, él la llevaba y la ponía.
FG: ¿Pero escrito, o era
un
icono tipo smile?
FF: Era el tema, la
canción. [Bobby
McFerrin, Don’t worry be happy,
septiembre de 1988]
A:
Sí, y yo no conocía a Mata en esa
época pero bombardeó todo Madrid, todo el
mundo conocía el Don’t worry be happy
y la cara, todo el mundo. Era
alucinante, y eso era una plantilla.
FG: ¿Cuándo
se hizo eso?
A:
Ochenta y tantos.
FF: Cuando se hizo el tema,
por el 88 sería.
A:
De fechas no me habléis porque es muy fácil
confundirlas.
FG:
¿A quién se le ocurre ir al Ramiro de Maeztu?
Hay una foto aquí en el libro, que sales tú con
el Sac. ¿Cómo lo descubres?
A:
No recuerdo si fue Enri o Seone. Uno de los dos estudiaba
allí. ¿Quién
estudiaba en La Paloma? No sé, alguien lo
descubrió. Y además, pegado a Nuevos
Ministerios. Era el terreno, estaba pegado a Nuevos Ministerios y
allí íbamos a
pintar graffiti.
FG: ¿QSC fue el que lo
inauguró?
A:
Sí. No lo conocía nadie. Yo hace mucho que no voy
por allí, no sé qué habrá
sido de eso.
FG: ¿Qué
focos había para
ver graffiti?
A:
Móstoles, Alcorcón..
También Valdemoro, aunque yo nunca
llegué a ir allí, se montó un
grupo de allí, los Sindicato del Crimen, muy radicales, no
sé qué pasaría con
ellos. Luego por supuesto, Torrejón, Alcalá.
FG: ¿Cuándo
consideras el
auge de pintadas en el metro de Madrid? ¿Antes o
después del 89?
A:
Después. Tú date cuenta de que al principio iba
todo el mundo con mucho miedo.
Y desde luego que no había filosofía ni de
bombardeo ni de graffiti. Poco a
poco esto fue subiendo y poco a poco hubo gente que cogió
valor y se lanzó a
pintar graffiti. Yo me acuerdo unas navidades, la primera vez que
entramos en
las cocheras de Aluche, no sé si fue en Nochebuena o en
Nochevieja y éramos un
montón. Fue de madrugada y ese día aprovechabas
porque te dejaban salir. Yo
recuerdo organizarlo, ir mucha gente y
asaltar esa noche las cocheras.
FG: ¿Y ahí
qué pasó, qué se
hizo?
A:
Se pintaron varios trenes que circularon dos días, porque en
seguida los
limpiaban. Pero era alucinante, en esa época eran las
primeras
cocheras que se
asaltaban. No lo sabían ni los del metro, no se lo
esperaban. Y que fuera tanta gente
tampoco, ver a treinta chavales allí, dirían a
ver si van a venir aquí y nos van
a partir la cara, y todos allí pintando trenes. Y esos eran
los
primeros que se
pintaban en Madrid. Aunque en Móstoles, en El Soto, yo ya
había visto
antes.
No sé de quién era. Y no eran tags,
sino graffiti, en los trenes.
FG: ¿Cómo da
Miguel Trillo
con vosotros?
A:
Sí, eso fue en Nuevos Ministerios. Y creo recordar que
también apareció en el terreno,
en el Ramiro de Maeztu. Nos dijo que quería documentar
aquello, que era un
fotógrafo independiente. Y bueno, a través de
él luego nos salieron cosas para
pintar en televisión, en algún programa y tal.
Era un tío majete que lo
documentaba y eso nos gustaba, le dábamos
información, le dejábamos que nos
hiciera fotos…
FG: En ese uso de los
medios, ¿no os sentíais utilizados?
A:
En aquella época no lo valorabas, no eras consciente si te
utilizaban o no. Evidentemente
él iba a su negocio, que era
aquí hay
algo a lo que no se dedica nadie, es algo que puede ser interesante y
él
simplemente cogió datos, hizo fotos y le salió
gratis.
FF: ¿Esa
aproximación os
hacía sentir importantes?
A:
Sí, claro. El que tú fueras a trabajar a la
televisión era lo más, porque eras un
chaval.
FF: O salir en un
artículo,
como el de La quinta
del Muelle y todo esto. ¿A ti te
gustaba recopilar
recortes de fotos en los que aparecían firmas por accidente?
A:
No, eso no. Mi firma sólo debía salir en la
calle. Me daba igual.
FG: ¿Recuerdas nombres
de
chicas que firmaran?
A:
Sweet, la Mariluz. Al principio pintaba Trooper, pero le dijimos que
eso en
inglés significaba zorra y cambió. [Risas].
Molaba encontrar una tía así, tan
metida en la movida y que además pintaba muy bien. Yo
flipaba con ella.
También estaba la
novia del COKE de SSB, la Terra, Amparo.
FF:
Antes hablaste de la
filosofía del bombardeo ¿Había unas
normas, o unos códigos en el bombardeo?
¿Cómo distinguías tú a un
bombardero que pintaba porque lo llevaba dentro al que
lo hiciera porque estuviera de moda?
A:
Primero en que no lo había, y segundo cuando
había notoriedad lo notabas. La
notoriedad era lo que importaba, lo que me importaba es que hubiera
muchas
firmas de ARDI. Así se podía decir que estabas
ahí, que eras un bombardero.
FF: Y mantenerse en el
tiempo, no tanto en intensidad, pero sí con constancia
A:
Lo de la constancia no lo sé, porque hay firmas que no se
han borrado en muchos
años. Y hay firmas que desaparecían al segundo
pero al día siguiente ahí
estabas tú poniéndola otra vez.
FG: Aparte del bombardeo,
valorabais el estilo, ¿no? Porque yo creo que antes se
cuidaba mucho el estilo,
el hacer letras originales
A:
Sí, y los que no tenían estilo les
decíamos “los toys”.
“Éste es un toy”,
decíamos. Pero bueno, poco a poco todo el mundo fue cogiendo
estilo. Nosotros
casi todos veníamos de la movida hip hop, del break y de
tal, pero también
había gente que
le gustaba otro tipo de
música, el punk y tal y empezaron a firmar y al final eran
bombarderos también.
Ahí se juntó pues eso, que no había
que ser necesariamente breaker para ser bombardero,
sino que todo el mundo podía serlo. Lo que pasa es que al
final sí, nuestra
filosofía iba unida al baile, a la música y al
graffiti. Era así.
FF: Un bombardero tipo
Muelle, flechero, no dejaba de ser un bombardero también.
¿Tú lo veías como un
bombardero?
A:
No, no lo veías. Porque decías que no
tenía estilo y que no era de la movida,
lo veías como algo aparte. Luego con los años te
das cuenta de que al final él
hacía lo mismo que tú hacías, el para
mí no tenía estilo pero quizá yo para
él
tampoco lo tenía.
FF: Es muy relativo para cada
ambiente
A:
Efectivamente. Eran puntos de vista diferentes. Muelle era un
tío que le
conocía todo el mundo e incluso hoy le sigue conociendo
mucha gente, y quizá a
mí la gente ya me ha olvidado. Pero a él
sí, todo el mundo le conocía y ha
perdurado muchos años, aún
hoy hay gente
que lo recuerda, que se le menciona la palabra graffiti y lo asocian
con
Muelle. Pero para nosotros en aquella época él no
tenía estilo, no era un
bombardero. Pero luego con los años te das cuenta que
sí, que no venía del hip
hop, que no venía del break, que no venía de
nuestra movida pero que era un
bombardero. Y que
él estaba ahí, y
antes que nosotros.
FF: ¿Tú
recuerdas de pequeño
a Juanmanuel?
A:
Sí. Ese copió a Muelle.
FG: ¿Cuándo
dejó la gente de
ir a Azca, o a Nuevos Ministerios? ¿Tú
cuándo dejaste de ir ?
A:
No te sabría decir. Al final poco a poco la gente fue
dejando de ir. Hay gente
que bailaba break por moda y gente que lo llevaba en el alma,
como
nosotros. Y como todo en esta vida los que lo llevan en el alma son los
que
mantienen las cosas. Fuimos creciendo, nos fuimos haciendo mayores y
fuimos
saliendo por la noche, porque claro, al principio no salías
por la noche.
Cuando salías por la noche y llegabas a las seis de la
mañana pues no ibas el
domingo allí, claro. Creo que fue simplemente una
evolución. Fue así. Hubo
muchos años en los que el break era una moda, tú
llegabas a Nuevos Ministerios
y era difícil encontrar un sitio donde poder bailar,
tenías que ir pronto a pillar sitio. En
todos los barrios había un sintasol pero hubo una
época en que eso empezó a
desaparecer. Curiosamente siguió la música, que
si el funky, el hip hop y
tal... eso sí ha seguido con los años. Pero el
break dance poco a poco se fue
dejando porque para mucha gente que lo hacía
empezó a ser algo secundario.
Entonces poco a poco yo creo que fue una evolución,
pasó de ser una moda a la
que mucha gente se apuntaba, que llegabas allí y
había un ambiente de cojones a que poco
a poco se fue dejando. Había ciertos sitios en donde se iba
a bailar break, se
montaban fiestas, íbamos a garitos como el Sapo Azul,
fiestas determinadas y
ahí es donde siguió la movida, pero claro, no
había gente suficiente para que ya
se mantuviera en Nuevos Ministerios. Es como cuando tú vas a
un garito, si
entras y no hay nadie te piras, si vas y está lleno dices
esto mola. Al final
el abandono de Nuevos Ministerios fue así. Y luego se
hicieron intentos, se
decía este fin de semana hay que ir a Nuevos Ministerios. Y
luego ibas allí y
no había nadie.
FG:
¿Influyó que
allí se puso vigilancia por todo lo que estaba bombardeado?
A:
No. Se puso vigilancia por los tags, por el graffiti, no por el baile.
No todo
el que bailaba firmaba, y no todo el que firmaba bailaba. La vigilancia
se
puso, sí, porque eso acababa el domingo a la hora de la
comida y todo lo que
eran los bancos, los mármoles, flipabas de cómo
se había dejado todo de pintado. La gente
acabaría hasta los cojones. Porque tú ibas a
bailar ahí, pero la gente iba
también a bombardear.
FG:
¿Había pique con los flecheros? Lo digo porque
hay un documental, imagino que
lo habrás visto, que se llama Mi firma en las paredes,
hay
una escena en la que
van el Tifón y otros a Móstoles a ver graffiti, y
los de Móstoles dicen que
ellos son unos toys, y los flecheros les dicen que ellos copian.
¿Tú notabas
cierto pique con los flecheros?
A:
Pique no, yo creo que había rivalidad. Al final ellos no
eran de la movida, los
que llevábamos el hip hop dentro nos gustaba defender lo
nuestro, tan sencillo
como eso. No había piques con ellos porque no ibas partiendo
la cara por ahí a
nadie o tachando. Lo que sí me acuerdo y es significativo
es que al final la
movida la terminas llevando tan sumamente dentro que la defiendes a
capa y
espada. Yo me acuerdo que Sac y yo salimos en un programa de
televisión, no
recuerdo cual, diciendo que íbamos a partir la cara a los
nazis, porque claro,
nosotros defendíamos mucho la movida negra, y dijimos que
íbamos a matar a los
skins. Pues hubo muchas semanas que teníamos allí
movidas con ellos, el Sac y
yo a ostias. Los skins iban a buscarnos a Nuevos Ministerios.
Tú cuando eres
adolescente tienes unos ideales y los defiendes, tienes mucho
temperamento,
mucho nervio y mucha energía y no te das cuenta de las
tonterías que haces
cuando tienes 18 años. Y claro, en aquella época
era la movida negra, África y
¿quién iba contra esa gente? Los skins. Y claro,
nosotros que íbamos de
defensores de la vida, nos hicieron una entrevista, les contabas un
poco
cómo
pintabas, cómo hacías graffiti, y dijimos los
nazis son unos hijos de puta, los
vamos a matar a todos. Y eso salió en televisión.
No recuerdo qué programa fue,
pero hubo unos meses que venían, salían del metro
cincuenta tíos a por nosotros. Nos pegamos con
los heavys, con los punkis, con los skins... ibas partiendo caras todo
el día.
Lo bueno que tenía el break es que estabas cuadrado.
FF:
Era esa fauna
callejera la que había
A:
Efectivamente. Había de todo. Y el hip hop estaba bastante
asentado. Era una
moda en su alza, y luego quedó quienes se quedaron. Yo hoy
me considero no de
la moda, sino del movimiento. Hubo gente que no, que estuvo por la
moda, bailó
cuatro cosas, luego se hizo pijo, y luego qué sé
yo. Yo recuerdo cosas de esas
y estoy orgulloso de lo que hacía, porque al final
defendía lo que creía y era
coherente. Y si me tenía que pegar con alguien, pues me
tenía que pegar. La
movida en aquella época era bailar break, pintar graffiti,
bombardear... y era
lo que hacía. A mí lo de cantar no se me daba
bien y por eso me dejaron fuera
del grupo, pero parte del grupo grabó un par de cosas. Pero
no era tan duro
como lo que había en Estados Unidos, porque aquí
lo que llegaba era muy
comercial. Se notaba mucho el made in Spain. Yo me acuerdo del Randy.
FG:
Sí, Randy y Jonco.
A:
Ostias el Jonco, que era chileno. Yo me acuerdo de todo eso y a veces
lo escucho
y dices joder macho, lo que llegamos a conseguir. Porque eso hoy lo
escuchas y
no te lo publica ni Dios. En aquella época éramos
tan fuertes y lo hicimos tan
popular todo que al final hubo discográficas que decidieron
publicar cosas y
ahí salieron. DNI... Son cosas que dices coño, en
mi vida he hecho algo que ha
sido más notorio que lo que ha hecho mucha gente. Hemos
hecho algo más
importante que lo que ha hecho una persona. En esa época
esto no lo analizabas,
lo hacías. Y años después dices
coño pusimos las bases y los inicios de lo que
era un movimiento aquí en España. Movimiento que
no existía. Ahora sí, hay
mucha gente.
FF:
Cuando fue menguando, cuando hubo ese expurgue en el 92 o por
ahí, ¿teníais una
sensación como de resistentes?
A:
Sí. Porque efectivamente el movimiento a nivel popular se
acabó, y quedábamos
los que quedábamos, al final éramos cuatro gatos
y nos conocíamos todos. La
gente de Carabanchel, la gente de Vallecas, gente de Hortaleza, gente
de
Alcorcón y Móstoles... Esa gente siempre han
estado muy vivos en la movida. Y
al final digamos que hay una depuración de los que lo
sentíamos de verdad. E
ibas montando fiestas y seguías en tu movida. Recuerdo en
vallecas que
montábamos fiestas en una discoteca, Tránsito,
en Pueblo de Vallecas.
FG:
Sitios,
garitos de breakdance y de rap, ¿cuáles recuerdas?
A:
Travesía.
Estaba en Moncloa. Nubes es
muy anterior. De nubes quien te
puede hablar es Pikito. SAC también iba mucho a Nubes,
él es mayor que
yo. Todo eso, más que break, era funky. Luego como break...
Yo creo que eso
nació con nosotros. El Sapo Azul de
Alcorcón estaba petadísimo. Travesía
lo llenamos una temporada, quizá años,
allí la gente de la movida iba a bailar.
FF:
¿Había cierto prejuicio por ser algo que
venía de Estados Unidos? Porque en esa
época había cierto antiyanquismo, ¿no?
A:
No. Yo no era consciente de ello. Yo creo que España se
estaba abriendo, de
vivir muchos años en una dictadura, de estar todo muy
censurado. Prejuicios no,
es más, lo asociabas a algo guay. Los levi’s, de
dónde venían, de Estados
Unidos. Las Nike... Era modernidad.
FF:
¿A ti no te dio por hacer piezas en vagones?
A:
No porque a mí no se me daba pintar muy bien, con lo cual me
dediqué más a
bombardear y a bailar. Seone, Gallar, Mata, Kool pintaban de puta
madre... Enri
haciendo
muñecos se salía, era brutal. Yo no estaba a la
altura de ellos.
FG:
Yo recuerdo
tuyo lo de Ardi y Susana
A:
Sí, en Carabanchel.
FG:
¿No estaba en
un lateral del Ramiro?
A:
Hice dos.
FG:
Aparte de Azca, ¿qué puntos de reunión
había? Si querías conocer gente,
¿dónde
ibas?
A:
En todos los barrios había algo. Pero al final Nuevos
Ministerios era el sitio,
luego te ibas a Móstoles y también
había sitios por ahí, en Alcorcón
quizá
menos, yo creo que la gente iba más a Móstoles.
Pero en Madrid era Azca. Yo me
acuerdo que años después la gente
empezó a patinar y muchos iba a Recoletos,
allí es donde el Randy conoció a Jonco. Jonco
era patinador y le gustaba el
hip hop, claro. Yo ahí ya tenía 18
años porque tenía moto. En aquella
época
estaba el vespino, recuerdo los vespinos. Tengo una foto por
ahí de un vespino
con la caja negra de mensajero y atrás con una plantilla de
Public Enemy.
FF:
¿Tener moto te
facilitó taquear en superficie?
A:
Sí. Me pillaba la moto, llenaba el cajón de
sprays y me iba por ahí. Cualquier
transporte te facilita la movilidad.
FF:
¿Crees que a partir del 90, 91, empiezas a ver
más limpieza en Madrid? En esa
época empezó Esperanza Aguirre de concejala y
hubo esas movidas en el centro...
salió en la televisión con Bleck la rata, no
sé si te suena.
A:
Sí, puede ser, empezaron a salir empresas anti
graffiti, que limpiaban graffiti y
tal. Se empezaron a tomar en serio el graffiti porque todo estaba muy
bombardeado. Es como todo, al igual que el break fue una moda
más anterior para
mucha gente, años posteriores el bombardeo fue algo de moda
para mucha gente.
Hubo un momento en que todo estaba muy bombardeado, no había
una pared en la que
no hubiera una firma de alguien. Sí, efectivamente,
empezaron unos años en que
se empezó a controlar mucho todo lo que es el tema de
pintadas y de graffiti. Y
era lógico, tarde o temprano tendría que salir un
control.
FF:
Confírmame. ¿Se concentró
más esa limpieza en el metro y en el centro, pero no
en los barrios?
A:
Efectivamente, pero tiene su lógica. Por el turismo. Yo me
acuerdo que había
trenes que duraban bastante tiempo sin limpiar y en cambio en el centro
no
veías nada.
FF:
¿Se taqueó
también en los barrios ricos, en los barrios bien?
A:
Sí. Claro.
FF:
¿Era un
aliciente firmar allí?
A:
No era una cuestión de aliciente. Te explico una razón muy
sencilla: ibas buscando dónde robar botes y ya que
ibas, pintabas. Ibas caminando, por ejemplo, por la calle Goya, y
cuando veías
una droguería o una perfumería preguntabas por
brochas,
que era lo típico, el
vendedor se distraía y les robabas los botes. Y te pirabas,
salías corriendo e ibas por la zona
pintando. Como ibas en pandilla nadie te decía nada.
FF:
En líneas
generales, la gente que pintaba era de extracto social humilde
A:
Sí.
FF:
Era más un
fenómeno de periferia
A:
Sí. De clase media, baja. Pero yo creo que al final
está muy relacionado con...
FF:
¿Los hábitos
juveniles?
A: No. Me refiero,
tú eres un tío de pasta y
¿dónde
vives? vives en zonas de pasta, y si tienes pasta,
¿qué es lo que tienes? Pues
tienes lo mejor. ¿Tienes que pintar? Pues no, alguno se
puntaría, pero no. Un
entorno de pasta te lleva a hacer cosas de gente de pasta.
FF:
Y no vives la
calle, por ejemplo
A:
No, no vives la calle. Yo antes llegaba con las manos pintadas a casa y
mi
madre me decía ¿qué habrás
hecho? Al final éramos de familias muy humildes. En
aquellos años en España o tenías pasta
o sobrevivías, como está pasando hoy en
día. En Estados Unidos ¿cómo
nació el movimiento? Pues al final de gente pobre,
guettos, y ¿qué hacías? Tú
ves imágenes de los años 60, 70 y todo eran
guettos,
era gente de ¿qué hacía? O drogarte o
bailar. Pues vamos a bailar. Era una
alternativa a la calle. Aquí de alguna manera era algo
parecido, era como un
grito de “estamos aquí”. El entorno de
los barrios en donde se bailaba break
eran todo entornos humildes, de hecho los puntos más fuertes
aquí en Madrid
eran Carabanchel y Vallecas. Yo me acuerdo que en aquella
época yo decía que
era de Carabanchel y me miraban hasta raro.
FF:
O no te cogían los taxis. A mí me
pasó, de coger un taxi, decir que era de
Entrevías y no te llevaban.
A:
Sí, sí, había mucha más
delincuencia, había mucha droga, y luego las pintas que
llevábamos se nos veía. Sí es cierto
que el movimiento hip hop estaba muy
relacionado con la clase medio baja, que no quiere decir que tenga la
exclusividad, que a la gente de pasta no le gustara el movimiento. Por
ejemplo [xx] sus padres tenían pasta, no era una
tía
que le faltara de nada, pero
le gustaba el movimiento y entró. Pero lo normal es que
fuera de clases medias
bajas, o bajas, de Vallecas, de Carabanchel... Y hubo una temporada que
era
moda, pero lo de verdad creo que venía de abajo, porque,
¿qué hacías? Salías y
¿qué hacías? ¿Con los
pijos, a clase de piano, de inglés o ir a lo que llamaban
los clubs? Porque en esos años recuerdo que
existían los clubs, existían clubs
sociales donde la gente iba a jugar al tenis, a montar a caballo o a la
piscina.
¿Y los pobres qué hacíamos? Pues salir
a la calle, a jugar al balón, tirar
piedras o yo qué se. Era así.
FG:
La gente cuando te veía pintando,
¿cómo reaccionaba? ¿Nunca te
pilló la gente
poniendo tu nombre?
A:
Sí, muchas veces, la gente se sorprendía. Si
pensaban que
estabas haciendo algo
malo quizá no te lo decían por miedo, porque yo
me
acuerdo que con 18 años las
pintas que llevaba... A mí mi madre me decía que
yendo
así no me iba a atracar
nadie. Era como un quinqui. Yo era de Carabanchel, con el pelo largo, y
llevaba
unas pintas.... pues eso, las j’jayber, iba siempre en
chándal y cuanto más
viejo mejor, melenas, alguna cadenita de oro.. Entonces pues claro,
tú
imagínate que va tu madre, llega a la estación y
ve a un
quinqui pintando.
Pensaría que haga lo que quiera, ¿te vas a meter
en un
charco? Alguna vez
alguno me dijo algo, sí, pero yo era de decirle
“tócame la polla” . Y es
fuerte, eh, pero claro, tú con 20 años tienes una
vitalidad brutal, te comes a
cualquiera, no tenías miedo. También intentabas
que no te
pillaran. Otras veces
te decían “voy a llamar a la
policía”, y a
eso sí le tenía respeto, era la
policía, la autoridad. A eso sí le
tenía miedo, no
como ahora que se ha perdido
el respeto a la autoridad. Ahora ves a un policía y te
ríes de él pero en los
años 80 la policía venía muy del
franquismo y te
metían una ostia. Yo me
acuerdo que empezamos a ir a Alicante, fue cuando conocimos a KAMI, y
recuerdo
de ir a su casa. Ibamos la movida de Madrid con la movida de Alicante,
y
recuerdo que me llevé mi cámara, una de puta
madre que me
había comprado,
réflex y tal para tirar fotos, mis rotuladores y mis sprays,
y
una navajita, un
bardeo de cojones. Y me acuerdo que allí nos paró
la
policía, alguien había
robado un coche y los cuatro pintas éramos nosotros, Sac,
yo,
Kami y Loco13. Y
claro, yo allí acojonado por la policía, y
encima,
llevando un bardeo que por
cierto no me lo encontraron. Yendo esposado en el coche de
policía me lo saqué
del bolsillo, lo metí entre los asientos y ahí se
quedó para los restos, o para
el siguiente chorizo que encontraran. Yo lo dejé
allí e
iba acojonado. Éramos
unos críos, recuerdo que me decían
¿esta
cámara en dónde la has robado? – No,
esa cámara es mía. - ¿Cómo
que es tuya?
¿de dónde eres? – De Madrid. -
¿Y tú
qué haces aquí? Y recuerdo que llamaron a las
tres de la
mañana a mi casa, a
Carabanchel, a mi madre, que se pensaba que yo estaba en la Pedriza de
acampada
, y la llamó la policía desde Alicante, diciendo
que su
hijo había robado una
cámara y que dice que es suya. Y ella les decía
–Sí, sí, mi hijo se ha comprado
una cámara buena, aquí tiene su cajita con el
número de serie y tal. – No, es
que han robado un coche al lado, y los hemos cogido y tal, disculpe. Y
luego
vieron los sprays y los rotuladores en las mochilas y nos preguntan
¿vosotros
quiénes sois? Porque claro, en esa época Alicante
ya
estaba todo bombardeado, y
yo –No, yo soy de Madrid, yo firmo así, y le hice
una
firma. Y claro, la mía no
estaba en ningún sitio allí. Yo estaba acojonado
porque
me había cogido la
autoridad. No había ninguna legislación, pero el
respeto
a la policía era el
respeto. Yo me acuerdo de esa noche en comisaría, y una
noche
vale, pero más,
no.
FG:
¿Eso fue antes
de tener 18 años?
A:
Por ahí. Yo creo que antes del 91. Fue antes porque en el 90
el Sac se pilló
una moto y recorrimos España con la moto, una Africa Twin.
FF:
Cuando
empezaste a firmar en el metro, ¿qué empresa de
seguridad había?
A:
No me acuerdo.
FG:
¿Tú recuerdas de casos de agresiones de
vigilantes de seguridad a los escritores?
A:
No. Alguno habría, pero no. Yo recuerdo lo contrario, de
pegar al vigilante.
FG:
¿En esa época
los escritores pegaban a los vigilantes?
FF: ¿No era
más usual salir corriendo si te
cogían?
A:
Sí. Pero recuerdo alguna fiesta que fuimos a
Móstoles de
venir el revisor a
pedir el billete. Y recuerdo que entonces quedábamos todos
en
Aluche a tal
hora, y en el vagón habría sesenta bboys. Y
llegaba el
revisor, y siempre había
algún descerebrado que... Recuerdo uno de Via Carpetana, no
recuerdo cómo se
llamaba, que estaba muy loco, que luego por cierto murió, y
se
puso gallito y a
final curraron al revisor. Yo me reía pero luego lo piensas
y
dices pobre
hombre qué culpa tendrá. Porque una cosa es la
movida y
otra cosa son los
subnormales. Ahí lo que había que haber hecho es
decir,
pues mira, yo no tengo
billete, pero ni éste, ni éste, ni
éste, ni
éste, ni éste, así que tú
verás. Y
si se pone tonto, pues somos sesenta. Sí me acuerdo de
movidas
de éstas. Éramos
muchos, quitando entre semana que te ibas a bombardear solo o con otro,
los
fines de semana éramos mucha gente. Te ibas a una fiesta,
quedabas a una hora
determinada y te movías en grupo. Y ahí
bombardeabas
porque te daba igual,
éramos fuertes. Si
te pillaban te
soltaban, y currarnos, a alguno le pasaría, pero vamos, no.
FF:
¿A ti te
pasaba, como ocurrió con Muelle, que la gente se acoplase a
tu firma?
A:
Sí.
FF:
¿Cómo veías tu
eso?
A:
Me llamaba la atención, simplemente.
FF:
¿Notabas que
alguien en especial te perseguía?
A:
No. No me acuerdo. Pero sí que había gente que
firmaba donde firmaba yo.
FG:
¿Cuándo lo
dejaste, en el 92?
A:
Sí. Por ahí.
FG:
¿Y por qué fue? Ya se había agotado tu
mensaje o las ganas...
A:
No. Es cuestión de la vida. De tiempo. Cuando eres un chaval
y estás estudiando
tienes tiempo. Pero ya en el 92 yo ya estaba trabajando y ya no puedes
bombardear como cuando estás estudiando.
Recuerdo que en el 92 me compré mi
CBR de 1000, un pepino con el que me
iba con Sac en la moto, y estaba de mensajero, tenía pasta y
me compré también
mi Astra GSI. Fíjate lo que era aquella época,
los mensajeros eran la ostia, se
ganaba pasta y yo era mensajero en aquella época. Y siendo
un chaval te ves con
pasta... Porque te ves con un vespino para currar, la CBR para correr y
un
Astra GSI para salir por la noche. Nos íbamos a Aire, de
ahí al Stones por la
noche... Me compré un coche para salir por la noche. Y
claro, al igual que
tienes muchas cosas tienes que pagarlas, el trabajo te empieza a
enganchar y es
otra etapa de tu vida. Los fines de semana bombardeabas pero poco a
poco lo
ibas dejando, comienzas a trabajar, a adquirir responsabilidades y lo
dejas
porque no tienes tiempo para bombardear. Eso sin hablar de cuando
empiezas a
salir con chicas. Todo te cambia. Pintar va unido a una etapa
determinada en tu
vida en la que tú podías hacer todo eso
libremente y con sólo el miedo de lo
que te podían decir tus padres. Y era así.
FG:
¿Lo echas de
menos?
A:
Yo en esa época me lo pasé de puta madre.
Recuerdo muchas sensaciones, sobre
todo la sensación de libertad, de hacer algo que me gustaba,
y ver a gente que
le gustaba lo que yo hacía. Y salía a bailar y la
gente flipaba, yo recuerdo ir
a garitos y se montaban corros... yo bailaba mucho. Lo recuerdo muy
gratamente.
Volvería.
FG:
Y el orgullo que la gente te reconociera, que dijeran ése es
el Ardi, y ver a
la gente boquiabierta
A:
Sí, el ser alguien siempre te llena de
satisfacción, esa es la realidad. Y
gustaba. Pero yo no hacía las cosas por sobresalir, sino
porque me gustaba. Era
mi movida, yo creía mucho en la movida, me gustaba bailar...
Recuerdo que en el
grupo del barrio el último en abandonar el grupo, de dejar
de bailar, fui yo.
Pero luego ibas a Nuevos Ministerios y ya tenías otro grupo
allí. Yo no lo hice
por sobresalir, lo hice porque me gustaba y punto. ¿Lo
volvería a repetir? Sí.
Claro que sí, yo estaba encantado, estudiaba,
tenía mi trabajo a media jornada,
con mi dinerillo, nos íbamos a las fiestas, nos
íbamos los fines de semana por
ahí... Muchas
veces echo la mirada
atrás, me pregunto qué hubiera pasado si no
hubiera estado
el movimiento en
aquella etapa de mi vida y puede haber mil alternativas, desde estar
como
muchos de mi barrio todo el día fumando canutos,
drogándose o robando, a ser un
figura en los estudios, no lo sé. Pero para la
gente que
estuvo en aquella
etapa el movimiento fue una alternativa, y creo que una alternativa
buena.
Porque vale, pintas, sí, ¿y? Si al final
había gente que le daba por la heroína
y había gente que le daba por bailar, pues creo que es mejor
que bailara. Que
pintaran graffiti... pues que pintaran graffiti ¿Y? Es como
decía yo, es que
doy trabajo a los barrenderos. Mi madre me abría los
armarios y los tenía todos
llenos de botes. No mamá, es que así doy trabajo
a los barrenderos, le decía [risas]
FF:
¿Llegó a ser
una obsesión para ti? ¿O una pasión?
¿Cómo lo definirías?
A:
Pasión sí. Obsesión no, porque creo
que al final el que se hace adicto de
cualquier cosa nunca hay vuelta atrás y al final terminas
estrellándote. Yo si
hubiera sido así en la evolución de mi
vida hubiera seguido bombardeando, pintando
graffiti, estaría muy enganchado a la movida. Y la realidad
es que ha habido
gente que
ha seguido enganchada pero yo no por diferentes razones
Aunque tengo la movida dentro de mí
cien por
cien yo he seguido mi vida, si hubiera estado enganchado, no.
Pasión sí porque
yo todo el movimiento hip hop lo viví con mucha
pasión, lo defendí a muerte,
tanto que después de salir en televisión me
partí la cara con medio Madrid..
¿Y?. Sí, lo viví con mucha, mucha
pasión. Pienso que cualquier cosa en esta
vida has de hacerla con pasión, ya sea vender un coche o
creer en la movida. Lo
nuestro creo que era algo diferente.
FG:
¿Tú te sentías diferente al resto de
chavales de tu clase, por oir rap, bailar
break..?
A:
Sí, éramos unos perros raros. Al principio
éramos raros, luego era normal, pero
al principio éramos los breakers éstos, los que
se tiran en el suelo en el
sintasol. Éramos los raros, pero a mí me daba
igual porque me gustaba. Punto.
FG:
En el tema de bombardear el metro, ¿era un aliciente para
hacerlo la
adrenalina?
A:
Sí.
FG:
Antes lo
dijiste, lo de la aventura
A:
Sí, en el fondo era una aventura, una emoción
diaria, salir, bombardear y que
no te pillaran. Y que no te vieran, pero bueno, luego hablé
con gente a la que
pillaron, les tomaban los datos y nunca pasó nada. Era
emocionante salir, hacer
lo que te gustaba, darte esa notoriedad y volver a casa como si nada.
Esto era
como el hombre lobo, cuando llega la noche yo era normal. Pues era algo
así.
FG:
Y que la gente
hable de ti, porque imagino que te llegarían comentarios
A:
Sí, eso te hacía crecer por dentro un poco
más. Pero no era lo que yo buscaba,
yo no buscaba llamar la atención, quizá Muelle
sí, pero yo no. Pintaba porque
era parte de la movida, me gustaba, me llenaba y salía a
bombardear. Ahora
coges, analizas por qué lo hacía y era porque me
gustaba. Punto. No hay más
explicación que todo eso. A veces lo pienso, lo que ha sido
la evolución en mi
vida por gente que hoy tiene un trabajo normal, y yo al igual que
cuando bailaba
y cuando pintaba quería siempre superarme, en mi vida
laboral me ha pasado
igual. Yo pienso que soy una persona que tiene estudios justos, soy de
un
barrio humilde, no tengo enchufes y ahora estoy trabajando en [xx],
pues eso para mí es un orgullo. Al final es una idea
de cómo eres como
persona, es mi naturaleza, de intentar hacer las cosas bien, de crecer.
Y en
aquella época lo guay de la movida era pintar. Como no se me
daba bien el
graffiti, hacía otras cosas peros siempre dando lo
máximo de
mí. Conocía mis limitaciones y
me gustaba superarme. Y no pasaba nada, porque en el grupo
había gente que era
bombardera, otra gente bailaba, otra cantaba y otros pintaban graffiti.
Y
éramos un
grupo. Y todo eso formaba un buen grupo que ha perdurado muchos
años, aunque
hoy no sé quién está y
quién no porque
yo ahora tengo mi vida
FG:
¿Tienes alguna
anécdota?
A:
Anécdotas miles pero por resaltar ninguna, porque cada
día era una anécdota.
FG:
¿Has llegado a
saltar a las vías para escapar de alguien?
A:
Sí. Me acuerdo en la línea 1 que había
una estación fantasma, me acuerdo de ir
allí por las vías.
¿Anécdotas? Evidentemente las primeras veces que
empiezas a
pintar trenes, porque eso digamos que fue un salto, una
evolución, de estar
todo el día haciendo firmas, tags y algún
graffiti que otro a saltar ya al
metro, que era lo que nos venía. Y no porque fuera el metro,
sino porque
sabíamos que en Estados Unidos se pintaban los vagones y
aquí teníamos que
hacer lo mismo. Me acuerdo mucho de esa nochevieja o esa nochebuena
que atacamos
las cocheras de Aluche. Porque era peculiar.
FG:
¿Quiénes ibais
ahí, qué nombres recuerdas?
A:
No me acuerdo. Había mucho escritor.
FF:
¿Cómo acabó eso? ¿Dijisteis
hemos acabado de pintar, nos vamos, así tan
tranquilamente?
A:
Sí, vamos, a partir de eso empezó a haber
más seguridad de lo normal. Porque al
principio había operarios por allí que ni se
acercaban, no había seguridad.
FG:
¿Esa época era
cuando en esa cochera no había valla?
A:
Había alambrada, pero la cortabas. Entre Aluche y Empalme,
todo eso eran las
cocheras. Y era muy fácil entrar. Luego con los
años han puesto barras de
hierro, láminas. Antes no era así, entrabas, lo
saltabas con la gorra. Y para
adentro. Como anécdota yo me acuerdo la primera vez
que
entré en las
cocheras de Plaza de Castilla, conseguimos unos monos azules y entramos
por la
puerta. Camuflados. Entramos con las mochilas, entrabas por la puerta
haciéndote el longui, una puerta que había abajo
en la que no había vigilancia
ni nada, la peña entraba con los monos, y recuerdo que
allí estuvimos la mañana
o la tarde, no me acuerdo, pintando los trenes. No recuerdo con
quién iba,
quizá con Yopo (Guille) o con Enri (Kool).
FG:
Pues fíjate que eso de ponerse el mono para pintar lo hacen
en Alemania ahora.
Ese truco lo hacen ahora,
y tú lo hiciste hace
más de veinte años.
A:
Sí. Pues lo
hicimos. Un mono azul, de obra. Nos pusimos los monos y para
dentro, a
tomar por culo.
FG:
¿Qué marcas
recuerdas?
A:
Novelty. Novelty era la que más robábamos. Y
duplicolor, pero menos. Teníamos
muchísima pintura, recuerdo de ir al Corte Inglés
o al Galerías Preciados, ir
con SAC, entrábamos y arrasábamos. Un
día arrasamos en
el Galerías Preciados y nos
fuimos a por más botes al Corte Inglés, pero
allí
nos pillaron y nos quitaron todos los
sprays. Les dijimos que esos no eran suyos, pero como nos iban a partir
la cara
les dijimos que se los quedaran. Y nos los quitaron [risas]. Nos
pilló el
Ramiro, me acuerdo todavía de cómo se llamaba el
vigilante que había, y
cómo no nos iba a pillar si
iba camuflado, como un macarra, el hijo puta. No te lo esperabas.
FG:
¿Les poníais
motes a los vigilantes? ¿Tú conocías a
los vigilantes de metro?
A:
No. Me acuerdo del Ramiro este porque fue de las pocas veces que nos
pillaron.
Porque a veces pienso la de veces que hemos robado y las pocas veces
que nos
han cogido, ¡teníamos una habilidad que te cagas!
FG:
¿Recuerdas
cuánto costaba el metro cuando tú empezaste a
pintarlo?
A:
A lo mejor 25 pesetas. No sé si 25 o 35 pesetas, algo
así. De hecho yo no me
acuerdo en qué año fue, en la
remodelación del metro de Aluche, y yo ahí ya me
colaba por la obra. En vez de pasar por las taquillas, de esas antiguas
de
hierro, que pisabas y se liberaba la puerta, y sonaba clank,
olía a metro, no
como ahora. Y recuerdo que en Aluche estaba la obra,
subíamos por la arena y
nos montábamos directamente en la estación. En
aquella época no existía la
estación de Eugenia de Montijo.
FG:
Y tú ahí ya
pintabas
A:
Sí. Cuando estaban haciendo esa reforma había
muchos muros y ahí pintamos. No
te puedo situar el año.
FG:
Yo creo recordarte cuando iba al colegio, y por lo que he visto tuyo tu
apogeo
fue 88, 89, 90. No sé si me equivocaré,
pero bueno. Es
difícil fecharlo.
A:
Sí. Yo a partir del 95, que es cuando nació mi
primer hijo
estaba ya muy
desconectado de todo.
FG:
Recuerdo que a partir del 92 dejaste de pintar el metro. Hubo a partir
de un
año que Ardi desaparece.
A:
Puede ser. Pero el motivo es muy sencillo, porque dejas de moverte por
el
metro. Tienes moto, coche y dejas de usar el metro. El vespino me lo
compré con
18 años y la CBR con 19. Con 21 me compré el
Astra GSI. Eso fue en el 92.
FG:
¿Para pintar
vagones por dentro el tiempo lo teníais cronometrado?
A:
Claro, tú sabías lo que tardaba el tren en cada
estación. Yo recuerdo que hubo
un momento en que había mucha gente buscándote en
el metro. Tú te metías al
vagón, te sentabas disimulando, y cuando el tren entraba en
el túnel te
levantabas y lo pintabas todo por dentro. Y cuando llegaba a la
estación te
sentabas y disimulabas. Y no te podían coger. Y como
tenías todo el tiempo del
mundo, te ibas a otra línea. Y si en el andén
veías a alguien raro, no te montabas
o no pintabas.
FF:
Desarrollabas
como un instinto
A:
Sí, intuición. Yo ahora mismo lo veo muy
sencillo, porque tú cuando vas en el
metro es porque vas a algún sitio y no te paras a observar a
nadie. Coges, vas,
sigues andando, subes al tren.. Y cuando tú entras en una
estación y ves gente
como esperando, ahí como expectante, dices uhhh.
FF:
Yo lo noto, a los carteristas se les huele... también
notarías toda la fauna
que se movía por ese ambiente suburbano
A:
Sí, claro. [comenzamos a ver fotos]. Me acuerdo que en esa
época íbamos hasta a
robar aerógrafos, para pintar ropa, Seone pintaba muy bien,
tenía un estilo
cojonudo. [Nos enseña en su móvil una foto de
él jovencito en un callejón de
Carabanchel]. Mira, el STEE
es el hermano del AGS. [ve la foto que sale de él en el Sur
Exprés, 1988]
FG:
¿Kalala fue
QSC?
A:
No. De hecho cuando yo conocí a Kalala no existía
QSC. QSC se montó al poco
tiempo.
FF:
¿QSC se montó
en el 85?
A:
No, más. 86, 87. Del 85 olvídate, en esa
época había gente bailando en Nuevos
Ministerios y QSC como grupo no existía. Recuerdo que en
Nuevos
Ministerios pintamos SAC y
yo un graffiti que ponía Gangster of Hip Hop,
en la planta de abajo, en
el túnel. Ese fue de los primeros graffitis que
hacíamos.
FG:
¿SAC empezó
antes que tú?
A:
Sí. Yo quizá empecé a firmar por Sac.
Él era mayor que yo, él ya iba a Stones y
estaba muy metido en la música, más que en el hip
hop, en el funki. A él le
gustaba bailar, y por la cercanía en la que
vivíamos nos íbamos a fiestas y
tal, salíamos. Bueno, me voy a tener que ir, que al SAC no
le arranca el coche.
© Felipe Gálvez y
©Fernando Figueroa
_____________________________________________________________________ |
|
|